Microscopio Electrónico de Barrido de alta resolución

Microscopio Electrónico de Barrido de alta resolución, modelo ZEISS Gemini 460.

se completó la primera fase de la instalación de un equipo de microscopía electrónica en el campus de la UNaM. Este proyecto fue gestionado por la Secretaría General de Ciencia y Técnica


Este microscopio es capaz de detectar características de forma, como relieve y textura, con una gran profundidad de campo. Por ejemplo, se pueden observar insectos diminutos, semillas, probetas de metales, madera, plásticos, rocas y suelos.

Recientemente se completó la primera fase de la instalación de un equipo de microscopía electrónica en el campus de la UNaM. Este proyecto fue gestionado por la Secretaría General de Ciencia y Técnica, en respuesta a la creciente demanda de los investigadores y docentes de la universidad.
El equipo se adquirió gracias a los subsidios de Equipar Ciencia 1 (otorgados por el MINCyT) y consiste en un Microscopio Electrónico de Barrido de alta resolución, modelo ZEISS Gemini 460. Este potente microscopio puede alcanzar magnificaciones de hasta 2.000.000x, lo que permite observar objetos tan pequeños como 1 nanómetro. A diferencia de los microscopios ópticos, este dispositivo no utiliza luz visible; en su lugar, emplea un haz de electrones que incide sobre el objeto. Gracias a interacciones estudiadas por la mecánica cuántica, se puede extraer información valiosa sobre la forma y composición química superficial del objeto analizado.

Este microscopio es capaz de detectar características de forma, como relieve y textura, con una gran profundidad de campo. Por ejemplo, se pueden observar insectos diminutos, semillas, probetas de metales, madera, plásticos, rocas y suelos. Para su funcionamiento, los objetos deben ser conductores de electricidad; si no lo son, se pueden recubrir con una fina capa de metal para conferirles esta propiedad. Esto es esencial para que los electrones del haz puedan seguir circulando sin acumularse en el objeto.

La versatilidad del microscopio permite su uso en diversas aplicaciones, como el análisis de fallas (roturas) en piezas mecánicas y la observación de detalles muy finos en la fabricación de productos pequeños. También, es útil para determinar las microestructuras de metales, ceràmicos, rocas y minerales de distintos tipos, lo cual es importante en metalurgia, mineria, arte o antropología, así como en el diseño de baterías, nanomateriales y materiales electrónicos como transistores y sensores. Se puede usar para mejorar desarrollos en biotecnologia en particular cuando se ensamblan distintos tipos de materiales, por ejemplo inertes y biológicos. Además, permite la observación de insectos, microorganismos, hongos en sus diversos tipos y sus interacciones con el ambiente, así como material óseo, estructura de la madera, semillas, polen y otros materiales particulados como pigmentos o fragmentos de prendas antiguas.

Este equipo puede ser utilizado tanto en investigación básica como aplicada y en la producción industrial o agrícola, siendo fundamental para el control de calidad y en análisis forenses. Su capacidad para observar desde escalas de nanómetros hasta decenas de milímetros lo convierte en una herramienta esencial en múltiples campos, como la biología, química, física, arte, ingeniería, medicina, bioquímica, farmacia y microbiología, entre otros. Su aplicación en la educción de nuestros profesionales también es sumamente importante por lo comentado más arriba.

El acceso al microscopio es gestionado por la Secretaría General de Ciencia y Técnica de la UNaM y luego de la fase de entrenamiento en su operación se abrirá a la demanda regional, para más información pueden contactarse directamente con la Secretaria. Por otro lado, los investigadores del instituto se ponen a disposición de profesionales de distintas instituciones o empresas interesadas en utilizar este equipo para brindar asesoramiento sobre las capacidades del instrumento y su aplicación al análisis de materiales.